Muchos padres se cuestionan en decidir en qué momento incentivar el ejercicio a sus hijos, más en el caso de la visión más competitiva.
Muchos errores que comenten los padres es canalizar sus pequeñas frustraciones deportivas, por comenzar a muy avanzadas edad, o tal vez solo por no ser tan buenos; incentivas a los hijos desde muy corta edad a motivar pero equivocadamente presionar a los hijos.
Los considerables beneficios de comenzar a corta edad un tipo de disciplina, es el desarrollo motor que pueden llegan a tener, muy distinto a los adultos. Dentro del desarrollo psicométrico de los niños por edad se van desarrollando distintas habilidades que si las potenciamos, serian canalizadas en la perfección. Es así como la gimnasia rítmica, artística, natación, bicicleta (bmx-descenso-mtb), conforman los deportes madres para desarrollar estas habilidades; pero ojo con el nivel de rigor a lo que se someten los niños.
Los adolescentes pasan por etapas de transición en las cuales es SU elección seguir o no en el deporte, hay que tener límites en el nivel de “motivación” de los padres; existen muchos casos cercanos donde los hijos son talento puro, manejo increíble de la bicicleta, desarrollando la “muñeca” que muchos anhelamos, pero al someter a tanto stress ya sea en competencias o entrenamientos que los jóvenes simplemente, deciden alejarse de ese mundo y seguir con una vida normal.
La mejor manera de motivar a nuestros hijos, sobrinos o pequeños amigos, es lograr traspasar esa pasión de la forma más lúdica posible, generar esa instancia de juego, donde puedan desarrollar estas habilidades motoras y a su vez no tener miedo a caerse y volver a levantarse. La plasticidad neuronal en etapas de desarrollo es tan alta que pueden desarrollar habilidades que solo en ciertas épocas del crecimiento se logran explotar mucho más ala que en etapa adulta.
El desarrollo motor desde el nacimiento, se comienza a desarrollar fuertemente desde los 3 años, con habilidades motrices gruesas tales como correr, saltar, tomar un balón, subirse a un triciclo, que podemos ir potenciando en el paso del tiempo, desarrollando las habilidades motrices finas o específicas, como podemos ver a pequeños en el bmx que a los 6 años tienen muchas más habilidades que se comparación con el adulto, serán difíciles de lograr si no ha sido como parte de su desarrollo.
Se invita a jugar, no apurar los procesos normales del niño, no presionar, solo disfrutar.

Viviana Sáez Paillaqueo | +569 59103250

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